El médico musulmán
El médico musulmán es, en primer lugar, un creyente en el Dios Único. Su papel como médico es una extensión de su naturaleza como hombre y de su creencia y práctica como musulmán. Ello significa fundamentalmente su compromiso con la doble afirmación de que está compuesta la Shahada (testimonio):
Dice Allah, ensalzado sea, en el Qur’an:
“No hay dioses, sólo Allah.”
“Muhammad es el Mensajero de Dios.”
En la primera parte hace público con la lengua y testifica sinceramente en el corazón que Dios es Uno, con el que nada puede ser asociado, y que no puede atribuirse divinidad a nada excepto a Él. Mediante la segunda, declara aceptar a todos los profetas y mensajeros que, a lo largo de la historia de la humanidad, han sido enviados con una revelación, un mensaje, una guía para los hombres, y que Muhammad, el profeta nacido en Arabia hace catorce siglos, que sobre él y todos los demás sea la paz, representa el sello de la profecía y la actualización última en las formas de las anteriores revelaciones.
La primera afirmación implica el reconocimiento de la absoluta Unidad de todo lo existente. Su aceptación marca la diferencia fundamental entre creyentes y no creyentes.
“No hay dioses, solo Allah.”
Toda la creación y lo que ella contiene, desde lo más alto, grande y remoto, hasta lo más bajo, pequeño y próximo, está indicando la existencia de un Creador Único. Sólo la ilusión, que empaña y distorsiona la luz de la conciencia hace concebir la existencia de algo distinto de Dios. La ilusión es una falsa percepción de la realidad. Para el creyente musulmán nada puede ser asociado con Dios y, al mismo tiempo, cualquier cosa que se afirme, piense o imagine aparte de Dios, adquiere la categoría de ídolo y su naturaleza es ilusoria. Los ídolos, en tanto que objeto, manifestación o concepto, son ilusorios. Allah dice en el Qur’an:
“Allah es la Luz de los cielos y de la tierra.”
“Dondequiera que dirijas tu mirada allí encontraras la faz de Allah.”
El Universo entero, considerado a nivel celular, galáctico o subatómico, todos los fenómenos en el tiempo, todo lo considerado como masa o como manifestación, ha sido creado con la Verdad; pero nada tiene realidad excepto Él.
Sobre ello existen numerosas referencias en el texto coránico: 10-5, 15-85, 16-3, 44-39, 45-22.
“No hemos creado los cielos y la tierra y lo que entre ellos hay sino conforme a una verdad (intrínseca).”
(Qur´an 46-3)
Si la primera afirmación representa la expresión sintética de la ciencia de la Unidad y la piedra de toque de todos los conocimientos, la segunda, “Muhammad es el mensajero de Allah”, testifica la creación como separación y es la ciencia del discernimiento, de la dualidad y multiplicidad de los fenómenos.
Es, también, la ciencia del cuerpo, de la conducta personal y social y de la relación con el entorno. Es la ciencia del vivir rectamente y en armonía con la naturaleza.
Solamente desde la dualidad, desde la separación, puede afirmarse la Unidad. Esta segunda parte de la testificación que hace todo musulmán, implica la aceptación de Muhammad como modelo de hombre, en sus palabras, en sus acciones y en sus estados. Él muestra la expresión máxima de las posibilidades del hombre. Es el ejemplo perfecto de conducta humana y fuente de todos los conocimientos útiles. A través suyo, Allah ha explicado y hecho claros Sus signos a los hombres y, por ello, representa una muestra de Su compasión por la humanidad.
Así, en el Islam, como creencia y sistema de vida, está contenida la guía que cualquier ser humano necesita para conocer y servir al propósito de su existencia y para vivir una vida plena de significado; en paz internamente, en una relación de equilibrio con el entorno y con los demás hombres y mujeres.
Lo expuesto anteriormente puede considerarse como un planteamiento inicial e insoslayable del marco en el que se desarrolla la práctica de una medicina que pueda ser considerada como islámica.
lunes, 12 de enero de 2009
viernes, 30 de mayo de 2008
Las Parábolas
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La parábola del buen en samaritano:
Trata de un hombre al cual le atracan unos bandidos, le roban todo y le dejan medio muerto
Un sacerdote que pasaba por ahí lo vio pero pensó que era mejor dejarlo allí porque sino pensarían que era impuro.
Igualmente un levita pasó por aquél lugar pero pasó de largo sin hacerle caso.
Pero un samaritano que estaba viajando sintió lástima le vendó, y le llevó a una posada cercana al lugar.
El hombbre se fué recuperando le pagó todo el tratamiento y se fue a continuar su largo viaje.
viernes, 8 de febrero de 2008
La imagen representa la última cena, en la que Jesús esta acompañado de sus discípulos.
El cuadro esta pintado por Leonardo Da Vinci por lo que el cuadro es muy antiguo.
En la última cena Jesús pronuncio estas palabras:
Tomad y comer todos de el este es mi cuerpo que sera entregado por vosotros.
Tomad y bebed todos de ella porque esta es mi sangre que será derramada por todos los hombres. Haced esto en conmemoracion mia.
viernes, 11 de enero de 2008
miércoles, 9 de enero de 2008
El Islam
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